Villa romana Cameso-Rebolledo
El yacimiento arqueológico cántabro-romano de Camesa-Rebolledo se originó por el hallazgo de un trozo de ladrillo con una inscripción romana, y la existencia en las proximidades de un castro cántabro. El yacimiento cuenta con los vestigios de una villa rústica de mediados del siglo I a.C., pero la extensión y los numerosos restos, hacen suponer que podría tratarse de una ciudad.
La vivienda romana de Camesa-Rebolledo contaba con una superficie superior a los 1.000 m2, distribuidos en dos espacios diferenciados: En la primera se hallaban las habitaciones de los propietarios, el triclinium o comedor principal y el complejo termal. Las termas contaban con las estancias clásicas: caldarium o sala de agua caliente, frigidarium o sala con piscina de agua fría, una sala templada donde se hallarían los vestuarios y un último espacio con las letrinas, que aprovechaban el agua procedente del cambio de las piscinas.