Edad Antigua

La muralla de Barcelona es un magnífico exponente de la ingeniería militar romana. Tenía un perímetro de unos 1.270 metros, con trazado octogonal-rectangular, y una ciudadela construida de cara al mar. Los lienzos de muralla se reforzaban con torres habitualmente de planta rectangular, con excepción de las cantoneras y de las entradas, que eran redondas.

Se trata de los restos de lo que fue el barrio de talleres y factorías en Barcino, actualmente visitables, situados en el subsuelo del Museo de Historia de Barcelona.

Denominados  fullonica (lavandería) y tinctoria (tintorería), ninguna de las dos instalaciones se conservan completas, y sólo se han podido identificar algunas partes, pero suficientes para poder identificar claramente, los restos encontrados de tinte, almidón, cenizas y amoníaco, destinados al lavado, blanqueado y teñido de la ropa.

Se trataba del templo principal de Barcino. Fue la parte central del Foro en la cima del monte Táber, en la actualidad situada en el barrio gótico barcelonés. Se derrumbó con el paso del tiempo y a finales del siglo XIX se encontraron tres columnas durante las obras de construcción de la sede del Centro Excursionista de Cataluña. Una cuarta se encontraba expuesta en la plaza del Rey de la ciudad condal y fue incorporada al conjunto que se puede visitar. Es probable que se iniciara la construcción del templo en época de Tiberio, que fue quien instituyó el culto a Augusto.

Tan sólo unos 150 metros separaban la muralla de Barcino del mar. Fuera de ésta y a cada lado de la puerta de entrada a la colonia, se construyeron entre mediados del siglo I y principios del siglo II d. de C. dos conjuntos termales portuarios de carácter público, uno para hombres y otro para mujeres. Dada su cercanía al mar es posible que alguna de sus piscinas fuera de agua salada. Al construirse la segunda muralla de la ciudad, en el s.IV, entraron en desuso.

El origen de Barcelona se remonta al siglo I aC, aproximadamente entre los años 15-10 aC, cuando el emperador Augusto fundó la colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino. Aún se conservan restos de la antigua colonia romana que se pueden ver alrededor por la ciudad.

Barcino, desde su fundación, tuvo resuelto el suministro del agua mediante un acueducto, siendo su lugar de obtención las fuentes del Besòs.

El castro de San Isidro se localiza entre los municipios de San Martín de Oscos y Pesoz, a unos 600 m de altitud.  La peculiaridad de este castro se centra en los denominados "Caballos de Frisia" o rocas hincadas, generalmente de pizarra, que se sitúan entre los parapetos de los fosos y que dispuestas verticalmente dificultan el paso del enemigo.

Tras los fosos se encuentra una muralla de traza continua que en algunas zonas alcanza en los tres metros de anchura.